04 enero 2006

“Venceréis, pero no convenceréis”

“Venceréis, pero no convenceréis” son las palabras que pronunció el 12 de octubre de 1936 el entonces rector de la Universidad salmantina, don Miguel de Unamuno, en el paraninfo de esta institución. Se las espetó al general Millán-Astray después del alzamiento del 18 de julio. El militar respondió con las también históricas palabras “Muera la inteligencia”.

Pues bien, la expresión unamuniana ha sido utilizada y reutilizada por el Ayuntamiento salmantino en la defensa de la integridad Archivo General sobre la Guerra Civil que ahora ZP y Rovira quieren mutilar llevándose pedazitos a Barcelona.

Los nietos y bisnietos de Unamuno han presentado un comunicado denunciando el uso de la frase. Cito textualmente: “La manipulación de la verdad histórica que ello representa es evidente. Vds. Saben que esa frase fue dirigida a los militares golpistas de 1936, al ejército franquista que robó esos papeles en Barcelona y se los llevó a Salamanca.”

Cualquier lector de Unamuno (no se si sus nietos y bisnietos lo leen) sabe que aquella afirmación tiene sentido precisamente en la defensa de la razón contra la imposición, de la inteligencia frente a la fuerza bruta, y no tanto con la defensa o no de una ideología determinada. Entre otras cosas, porque pocos intelectuales como Unamuno defendieron la unidad de España y la esencia del ser español.

Así entendida, la frase tiene todo su sentido y viene “al pelo”, como afirman los impulsores del uso de la frase. Porque la frase unamuniana, como toda su obra, hay que entenderla en clave universal, no política y menos en clave nacionalista. Si Unamuno levantara la cabeza, antes que clamar por el uso de su frase, escribiría contra la división generada por los nacionalismos, contra la miopía intelectual de los roviras e ibarretxes y contra la imbecilidad dominante incapaz de distinguir entre razones profundas y dañinos debates de superficie.